La brisa que entra por la ventana vuelve a despertarme, me llena de paz, y campo..
Olvido las irritaciones cotidianas de la mañana, las de la proxima tarde, y las de la inacabable noche..
Escucho sus sonidos perforar nitidamente mis entrañas..
Alejo los pensamientos que obstruyen su deleitada caricia..
Recuerdo la ultima vez que hubo silencio, y no sabia donde estaba..
Que tremenda armonia lograron los sonidos, que fui nada..
Me perdi en aquel espacio delirante y sagrado.
Cada vez cuesta mas encontrarse despues de haberlo saboreado, y palpado, y hecho sueño espiritual.
Quiero volver a estar en la cima de la montaña..